sábado, 31 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 31: EL PODER DE SAN JOSÉ EN EL CIELO Y SU PATROCINIO SOBRE LA IGLESIA





          MEDITACIÓN: José fue, en la tierra, el depositario del poder de Dios Padre, y no se puede negar que hizo buen uso de ese poder; ¿cómo negarle ahora el premio?


     José, en la tierra, cuidó de la vida del divino Hijo, y es cierto que se desempeñó bien de esta incumbencia: ¿cómo le negará ahora el Hijo agradecido qué le pida?

     José, en la tierra, fue custodio fidelísimo de María: ¿le negará que esa Señora sea dispensadora de las gracias que pasan por Ella?

     Siendo tan grande el poder de San José, recurre a él en todas sus necesidades.

     San José, por elección de Dios, fue constituido cabeza y defensor de la Sagrada Familia. ¿Quién mejor que él defenderá a la familia de Cristo, que es la Iglesia?

     Cuidó y guardó a Jesús, fundador de la Iglesia. ¿Quién podría cuidar mejor de la obra de Jesús, la Iglesia?

     Como hijos de la Iglesia, somos hijos de San José. Seamos devotos.

          FRUTO: Fomentar siempre la devoción a este gloriosísimo Santo.

          JACULATORIA: San José, quiero ser siempre vuestro: aceptadme y amparadme.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; nos concede, te lo pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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viernes, 30 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 30: LA ASUNCIÓN DE SAN JOSÉ




          MEDITACIÓN: La Asunción de San José no es una verdad de fe proclamada por la Iglesia, pero la misma es sentida por sus devotos que creen piadosamente que para que Nuestra Señora fuera glorificada en todo, el día de su Asunción al Cielo, era necesario que su otra en parte, la carne de su carne, esto es San José, su Esposo Castísimo, que se unió profundamente a ella, por el sacramento del Matrimonio se glorificó. No podía su cuerpo Inmaculado estar en el cielo y su otra parte en la tierra.


      San José era todo unido a Nuestra Señora y Nuestra Señora era toda unida a San José, como ambos estaban unidos a Jesús. Los dos se convirtieron en una sola cosa, una sola carne, inseparables. Todo lo que pertenecía a la Santísima Virgen debía estar glorificado en el cielo, porque todo lo que era de ella se elevó por completo y definitivamente, incluso San José.

      Esta es la gran gloria y poder que la Santísima Trinidad dio a San José en el cielo, coronado por los méritos de su amor, virtudes, humildad y obediencia a la voluntad de Dios.

      Así como su Esposa Santísima, ocurre también con él. Porque la gloria de la Esposa es también la gloria del Esposo. Todo esto fue decretado por Dios, para la plena realización del misterio salvífico de Cristo en el mundo.

            INVOCACIÓN: Oh San José, ayúdame a hacer más conocidas vuestras glorias y vuestro inmenso amor. Que toda la humanidad reconozca cuanto sois grandioso en el cielo, como también, el poder de vuestra intercesión. Amén!

            ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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jueves, 29 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 29: LA MUERTE DE SAN JOSÉ




          MEDITACIÓN: San José muere en la casa de Jesús, y muere en los brazos de Jesús y de María. ¡Qué muerte feliz!


     San José muere en los brazos de su Juez, a quien da el nombre de hijo. ¡Qué confianza en la muerte!

     San José se despide por poco tiempo, y sabe que va a estar siempre con Jesús y con María. ¡Qué muerte deseable!

          FRUTO: La muerte es el espejo de la vida; vive como San José, para que sea igual tu muerte.

          JACULATORIA: Felicísimo Patriarca, asistido por Jesús y por María en vuestra muerte, me asistió en aquel trance.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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miércoles, 28 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 28: SAN JOSÉ, SIERVO FIEL




          MEDITACIÓN: San José mereció ser constituido sobre la Sagrada Familia porque fue fiel en el servicio de Dios.

     Sirvió San José a Jesús y a María, con el entendimiento, como corazón, con las fuerzas y trabajos corporales: fue fidelísimo Siervo de Dios.

     San José trabajaba por Jesús y por María, como quien no se pertenecía a sí, sino a ellos, de los cuales se juzgaba verdadero esclavo. ¡Qué humildad y qué fidelidad!

          FRUTO: Acuérdate de la palabra de Cristo: es imposible servir a Dios y al mundo conjuntamente.

          JACULATORIA: San José, siervo fiel, alcanza la fidelidad en el servicio divino.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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martes, 27 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 27: SAN JOSÉ, VARÓN JUSTO




          MEDITACIÓN: El Evangelio dice que San José es el mismo varón justo. Ciertamente: fue justo en todo y justo siempre.


     Fue varón justo, porque tuvo todas las virtudes en supremo grado.

     Fue justo para Dios, sirviéndole con fidelidad; justo para los hombres y justo para consigo mismo.

          FRUTO: Imitemos a San José en guardar la caridad en los pensamientos, en las palabras y en las obras.

          JACULATORIA: José, apodado justo por el mismo Espíritu Santo, enséñame la justicia y la santidad.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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lunes, 26 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 26: EL AMOR DE JESÚS Y MARÍA A SAN JOSÉ





          MEDITACIÓN: Jesús que no negó a San José el título de Padre, no le negó el amor de Hijo. ¡Qué amor inmenso el amor de Jesús hacia su Padre San José!


     La Santísima Virgen María, verdadera esposa de San José, amó a su esposo como puede amar a la más fiel de las esposas y cómo sabe amar a la Madre de Dios.

     Si Jesús y María amaban a San José con gratitud por los beneficios recibidos, como lo amaría Dios agradecido?

          FRUTO: No cuides para nada del amor del mundo; Dios está contigo, sé pues contrario al mundo.

          INVOCACIÓN: Hazme tu amigo, Glorioso San José, para que yo pueda ser amigo de Jesús y María. Amén

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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domingo, 25 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 25: EL AMOR DE JOSÉ POR JESÚS Y MARÍA





          MEDITACIÓN: No podía San José amar más que a Jesús ya María, porque a ellos sólo conocía.


     San José amó fervorosamente a Jesús y a María, porque sólo con Jesús y María se trataba.

     San José amó a Jesús y a María con todo el amor posible, porque los amaba natural y sobrenaturalmente, como a su hijo y como su esposa, como a Dios y como a la Madre de Dios.

          FRUTO: Acuérdate que es tiempo perdido lo que no sea amar a Dios.

          JACULATORIA: Amantísimo San José, enséñame a amar a Jesús y María como los amas tú.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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sábado, 24 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ, DÍA 24: EL TRABAJO DE SAN JOSÉ SOSTUVO A JESÚS Y A MARÍA




          MEDITACIÓN: Los grandes milagros que sabemos de San José, fueron: trabajar bien para sostener a su familia.

     San José trabajaba por Jesús y por María, y así nunca le parecía pesado el trabajo. Ah! Si hiciéramos todo por Jesús ...

     Trabajaba San José siempre contento con su humilde suerte; nunca ha querido cambiar de condición. Si Dios nos quiere pobres, para que desee cambiar de condición?

           FRUTO: Aprovechar el tiempo trabajando en cumplir nuestras obligaciones, por la conciencia.

          JACULATORIA: Dame, San José, enséñame a conocer el precio del tiempo y el valor de la gracia.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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viernes, 23 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 23: LA VIDA DOMÉSTICA



         MEDITACIÓN: Jesús, hallado en el templo, volvió a la casa de Nazaret y continuó hasta los treinta años a obedecer a José y a María.

          Jesús crecía cada día en sabiduría y gracia, y, a su ejemplo, crecía también San José en las virtudes domésticas.

          San José se santificó en su oficio humilde, y María progresaba divinamente en la virtud, cumpliendo con toda exactitud lo que debía hacer en casa.

          FRUTO: Ama la vida de casa y cumple bien los deberes de familia

          JACULATORIA: San José, siervo y criado de Jesús, me hace encontrar a Jesús en mis obligaciones domésticas.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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NUESTRA SEÑORA DE LOS SIETE DOLORES la Reina de los Mártires

   “La Santísima Virgen María, por el amor que nos dedicaba, estaba dispuesta a ver Su Hijo sacrificado a la Justicia Divina por la barbaridad de los hombres. Este gran tormento, pues, que María suportó por nosotros – un tormento mayor de que mil muertes – merece nuestra compasión y nuestra gratitud. 

          Si no podemos corresponder más a un tal gran amor, al menos dediquemos algunos momentos en este día de hoy para considerar cuan grandes fueron los sufrimientos por los cuales María se hizo Reina de los Mártires; porque los sufrimientos de Su Gran Martirio excedieron los de todos los Mártires, en primer lugar por ser los más largos, y en segundo lugar por ser los mayores en intensidad”

San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia




          Jesucristo Mismo reveló a la Beata Verónica de Binasco, que Él se complace más que nos compadezcamos de su Madre que de Él mismo. Le dijo: ‘Hija mía, mucho me agradan las lágrimas que se derraman por mi Pasión; pero amando yo con amor inmenso a mi Madre María, me agrada más aún la meditación de los dolores que Ella padeció en Mi muerte.’ He aquí por qué son muy grandes las gracias prometidas por Jesús a los devotos de los dolores de María

          Nuestra Señora se dolió con Santa Brígida porque muy pocos tenían piedad de Ella y la mayor parte de sus hijos vivían sin pensar en ellos: “Miro a todos los que están en la tierra, para ver si acaso hay alguien que me compadezca y medite sobre mis Dolores, y encuentro muy pocos. Por eso, hija mía, aunque muchos me olviden, tú, sin embargo no te olvides de mí; contempla mis Dolores y compadécete cuanto puedas.”  “Por esta razón la Bienaventurada Virgen Misma apareció en el año 1239 al fundador del Orden de los Servitas, o siervos de María, a pedirles instituir un orden religioso para conmemorar Sus dolores”.

          En Fátima, en 1916, el Ángel de la Paz apareció a los tres pequeños videntes, Lucía, Francisco y Jacinta, y después de animarlos a rezar y de enseñarles una oración de adoración, dijo: “Los Corazones de Jesús y de María están atentos a la voz de vuestras súplicas.” En Fátima, el 13 de junio de 1917, Nuestra Señora, después de informar los tres pastorcitos de que Jacinta y Francisco irían en breve al Cielo, pero que Lucía quedaría en la tierra algún tiempo más – dijo a Lucía: Jesús quiere servirse de ti para darme a conocer y amar”, Nuestra Señora dijo entonces: “El quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón…” En Fátima, el 13 de julio de 1917, después de que los pastorcitos habían sido aterrorizados por la visión del infierno, Nuestra Señora les dijo: “Habéis visto el infierno, a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas (las almas de los pobres pecadores).

          "Dios quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz...” Jesús explicó más Su voluntad a Sor Lucía. En respuesta a su pregunta sobre la razón para no convertir a Rusia sin el Papa haciendo la Consagración de Rusia, Jesús dijo: Porque quiero que toda Mi Iglesia reconozca esa Consagración como un triunfo del Inmaculado Corazón de María, para después extender su culto y poner, al lado de la devoción de Mi Corazón divino, la devoción a este Corazón Inmaculado.






Gracias y promesas que se reciben de esta devoción en honor

 de los Dolores de la Santísima Virgen María

          Según San Alfonso de Ligorio (en su libro Las Glorias de María), fue revelado a Santa Isabel que, a pedido de Nuestra Señora, Nuestro Señor prometió cuatro gracias principales para los devotos de Sus Dolores:

     1. Todos los que, a la hora de la muerte, invoquen la Divina Madre en nombre de Sus Dolores obtendrán un verdadero arrepentimiento de sus pecados.

     2. Él protegerá todos los que han tenido esta devoción en sus tribulaciones, y los protegerá especialmente a la hora de la muerte.

     3. Grabará en sus mentes la Memoria de Su Pasión.

     4. Colocará estos siervos devotos en las manos de Su Madre María, para que Ella haga de ellos cuanto desee y obtendrá para ellos todas las gracias que le pidan.

          Además de estas cuatro gracias, hay aún SIETE PROMESAS  por la práctica de rezar siete Ave Marías diariamente, mientras se medita en las Lágrimas y Dolores de Nuestra Señora. Estas Siete Promesas fueron reveladas a Santa Brígida de Suecia: 

   1. “Concederé la paz a sus familias”. 

   2. “Serán iluminados sobre los Misterios Divinos”. 

   3. “Los consolaré en sus dolores y los acompañaré en su trabajo”. 

   4. Les daré lo que piden, si no contraría la Voluntad adorable de Mi Hijo Divino y la santificación de sus almas”. 

   5. “Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal, y los protegeré en todos los instantes de sus vidas”.

   6. “Los ayudaré visiblemente a la hora de su muerte, ellos verán la faz de su Madre”.

   7. “Obtuve de Mi Divino Hijo esta gracia: que quien propaga esta Devoción a Mis Lágrimas y Dolores será llevado directamente de esta vida terrena a la felicidad eterna, porque todos sus pecados serán perdonados y Mi Hijo será su consuelo y alegría eternales”. 




ROSARIO DE LOS SIETE DOLORES
de Nuestra Señora la Virgen María


     Se reza mediante un rosario compuesto por siete grupos de siete cuentas cada uno, separados por medallas que representan cada uno de los Siete Dolores. 

     En lugar del pequeño crucifijo de la corona dominica, la corona servita (nombre que recibe este rosario) lleva una medalla que representa la imagen de la Virgen Dolorosa en el anverso y la escena del Calvario en el reverso. Así pues, el Septenario consta de siete Padrenuestros y cuarenta y nueve Avemarías, a los que suele añadirse una Salve y el Pater, Ave y Credo por la Restauración del Papado.


Por la señal de la Santa Cruz + 
de nuestros enemigos + 
líbranos Señor + Dios Nuestro.

          Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico vuestro perdón y, por medio de vuestra gracia, concededme ser verdaderamente merecedor de vuestro Divino Amor, por los méritos de vuestra Pasión y Muerte y por los Dolores de vuestra Madre Santísima. Amén.

          Virgen Inmaculada, Madre de Piedad, llena de aflicción y amargura, os suplico ilustréis mi entendimiento y encendáis mi voluntad para que con espíritu fervoroso contemple vuestros Santos Dolores y pueda conseguir las gracias prometidas a los que reflexionen sobre vuestros sufrimientos. Amén.





1º. La profecía de Simeón  

     ¡Dulce Madre mía! Al presentar a Jesús en el templo, la profecía del anciano Simeón te sumergió en profundo dolor al oírle decir: “Este Niño está puesto para ruina y resurrección de muchos de Israel... y una espada traspasará tu alma”.  De este modo quiso el Señor mezclar Tu gozo con tan triste recuerdo. Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y Gloria.

2º. La persecución de Herodes y la huída a Egipto

     ¡Oh Virgen querida!, quiero acompañarte en las fatigas, trabajos y sobresaltos que sufriste al huir a Egipto en compañía de San José para poner a salvo la vida del Niño Dios. Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y Gloria.

3º. Jesús perdido en el Templo, por tres días

     ¡Virgen Inmaculada! ¿Quién podrá pasar y calcular el tormento que ocasionó la pérdida de Jesús y las lágrimas derramadas en aquellos tres largos días? Déjame, Virgen mía, que yo las recoja, las guarde en mi corazón y me sirva de holocausto y agradecimiento para contigo. 
Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y Gloria.

4º. María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz

     Verdaderamente, calle de la amargura fue aquella en que encontraste a Jesús tan sucio, afeado y desgarrado, cargado con la Cruz que se hizo responsable de todos los pecados de los hombres, cometidos y por cometer. ¡Pobre Madre! Quiero consolarte enjugando Tus Lágrimas con mi amor. Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y Gloria.

5º. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor

     María, Reina de los Mártires, el dolor y el amor son la fuerza que los lleva tras Jesús, ¡qué horrible tormento al contemplar la crueldad de aquellos esbirros del infierno traspasando con duros clavos los pies y manos del Salvador! Todo lo sufriste por mi amor. Gracias, Madre mía, gracias. Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y Gloria.

6º. María recibe a Jesús bajado de la Cruz 

     Jesús muerto en brazos de María. ¿Qué sentías Madre? ¿Recordabas cuando Él era pequeño y lo acurrucabas en Tus brazos?. Por este dolor te pido morir entre Tus brazos. Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y Gloria.

7º. La sepultura de Jesús 

     Acompañas a Tu Hijo al sepulcro y debes dejarlo allí, solo. Ahora Tu dolor aumenta, tienes que volver entre los hombres, los que te hemos matado al Hijo, porque  Él murió por todos nuestros pecados. Y Tú nos perdonas y nos amas. Madre mía perdón, misericordia. Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y Gloria.


INDULGENCIAS que podemos lucrar rezando LOS SIETE DOLORES DE NUESTRA SEÑORA

          El Papa Clemente XII, concedió en 1734, una Indulgencia Plenaria y remisión de todos los pecados a quienes recen la Corona de Los Siete Dolores diariamente por un mes continuo y luego confesado y comulgando, rogase por la Santa Iglesia; al que verdaderamente arrepentido y confesado, o al menos con firme propósito de confesarse, rezare esta Corona, por cada vez 100 años de indulgencia.



jueves, 22 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 22: EL ENCUENTRO CON JESÚS EN EL TEMPLO




          MEDITACIÓN: Sin embargo, en el templo, después de tres días de cruentas penas, ve San José a Jesús, sano, salvo, honrado. ¡Que alegria!

     ¡Encuentra a Jesús enseñando como Maestro divino, y aquellos venerables maestros en Israel admirándolo!

     María, en esa ocasión, da a San José el nombre de padre de Jesús y Jesús no protesta. ¡Qué honor y qué satisfacción!

          FRUTO: En todas las dificultades, recurrimos a la oración.

          JACULATORIA: Cuando ya no sabemos a dónde dirigir nuestros ojos, siempre tendremos nuestra mirada en ti, nuestro Buen Padre, como único refugio y amparo.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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miércoles, 21 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 21: JESÚS PERDIDO EN EL TEMPLO




          MEDITACIÓN: Yendo a cumplir un deber religioso, pierden José y María a Jesús...momento terrible!

     Tres días enteros sin Jesús, en personas para las cuales Jesús es la vida y la respiración, era el dolor más espantoso que se podía imaginar!

     Pensar lo que podía ser de Jesús, lo que podía sufrir un niño abandonado, era dolor inexplicable ¡Pensar si sería por su culpa, o negligencia, era cruciantísimo tormento!

           FRUTO: Desprenderse de las cosas creadas y cuidar sólo en no perder a Jesús.

          JACULATORIA: Dame a Jesús, mi Santo, y eso me basta.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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martes, 20 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 20: LA SAGRADA FAMILIA




          MEDITACIÓN: En Nazaret, vive San José siempre en compañía de Jesús y María, y no se aparta de ellos y ellos, a su vez, no se apartan de San José. 

     En esta casa santa, José se dedica exclusivamente a servir a Jesús y a María, por ellos trabaja, para ellos gana el pan. ¡Qué felicidad ser el siervo de Dios y de su Madre!

     En Nazaret, Jesús y María sirven a San José; los únicos empleados en esa casa, donde San José era el patrón, eran Jesús y María. ¡Bienaventurado siervo San José!

          FRUTO: Trabaja en conservar la unión y la amistad con las personas de la casa.

          JACULATORIA: Jesús, José y María, dadme caridad y unión con las personas de la familia.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; nos concede, te lo pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.


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lunes, 19 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 19: SAN JOSÉ EN NAZARETH





           MEDITACIÓN: En Nazareth, Jesús y María tienen casa, están en la propia tierra, tienen algunas comodidades. ¡Qué alegría para San José que amaba tanto a Jesús y María!

     La casa donde viven es la misma donde Dios hizo el gran Miterio de la Encarnación. ¡Qué recuerdos tan vacilantes!

     En esa casa podrá San José dedicarse con tranquilidad a tratar de sus queridos Jesús y María.

          FRUTO: Aprovechar los momentos de paz de la conciencia para progresar en la virtud.

          JACULATORIA: ¡Oh providentísimo Guardián de Jesús, conservad en mi corazón la tranquilidad del espíritu.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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domingo, 18 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 18: EL DOLOR DE SAN JOSÉ EN LA VUELTA DEL EGIPTO




          MEDITACIÓN: San José se entera de que Arquelao gobierna en lugar de Horodes. Tranquilizado por el Ángel, José emprende el viaje a Nazaret. Como debe haber sufrido San José, viendo el sufrimiento de su Esposa y del Hijo de Dios, tan pequeño aún, en estos años de destierro.


     ¿Qué dolor viendo la malicia de los hombres y la rabia que aún conservan contra JESÚS.

          FRUTO: Recordar en las adversidades la presencia de Dios.

          INVOCACIÓN: Defended, oh San José, a JESÚS en nosotros, contra las citadas de nuestros enemigos. amén

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; nos concede, te lo pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vos que vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

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sábado, 17 de marzo de 2018

MARZO, MES DE SAN JOSÉ DÍA 17: EL REGRESO DE EGIPTO


          MEDITACIÓN: El Ángel apareció a José otra vez, mandándole, en nombre de DIOS, que volviese a su tierra. ¡Qué solícita es siempre la Providencia divina con los suyos!

     ¡Qué alegría la de San José, al dejar el exilio y volver a su tierra! ¡Qué satisfacción por volver a Tierra Santa, a la ciudad de Jerusalén, al pueblo de Dios!

          FRUTO: En las adversidades recurrir siempre a Dios.

          INVOCACIÓN: Defended, Santo bendito, a Jesús en nosotros, contra las tentaciones de Satanás. Amén.

          ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable providencia te dignaste escoger a San José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo, aquel que veneramos en la tierra como protector. Vosotros que vivís y reinas por todos los siglos de los siglos. Amén.

TERMINAMOS rezando el Avejosefino: